Una receta fácil pero diferente. Aprovecha una de las frutas por excelencia de verano disponible en Mymercat, los higos
Hay recetas que sorprenden desde el primer bocado, y esta es una de ellas. La pizza de higos con jamón y queso de cabra no es una pizza cualquiera: es un viaje de sabores que combina la suavidad de la masa casera, la frescura de los higos maduros, la intensidad del queso y el toque salado del jamón serrano.
Una mezcla que te transporta a la esencia de la dieta mediterránea, donde lo dulce y lo salado se abrazan en armonía.
Ingredientes (para dos pizzas medianas)
Para la masa (puedes hacerla tu mismo o comprar una base):
250 g de harina de fuerza (la que se usa para pan y pizzas)
150 ml de agua tibia
5 g de sal
5 g de azúcar
5 g de levadura seca de panadería (o 12 g fresca)
15 ml de aceite de oliva virgen extra
Para el topping:
6–8 higos frescos bien maduros
150 g de mozzarella fresca (escurrida)
100 g de queso de cabra en rulo
60 g de jamón serrano o ibérico en lonchas finas
1 puñado de rúcula fresca
Un chorrito de miel de flores (opcional, pero muy recomendable)
Paso a paso
1. La masa, la base de todo
El secreto de una buena pizza empieza en la masa. En un bol mezcla el agua tibia con la levadura y el azúcar; deja reposar unos minutos hasta que empiece a burbujear.
Añade la harina y la sal, y comienza a amasar: al principio la masa será pegajosa, pero poco a poco irá tomando forma. Cuando ya esté más manejable, incorpora el aceite de oliva y sigue amasando hasta que quede suave y elástica.
Tápala con un paño y deja que repose en un lugar cálido una hora y media, hasta que doble su tamaño. Esa espera es la que hará que la pizza sea ligera y con un borde aireado y crujiente.
2. Preparar la base
Una vez la masa ha crecido, dividela en dos y estira cada bola con un rodillo o con las manos, según el grosor que prefieras.
Colócala en una bandeja de horno cubierta con papel vegetal para que sea más facil de retirar una vez esté hecha evitando que se apegue.
3. El topping, puro contraste
Coloca primero la mozzarella fresca, que aportará cremosidad y hará de “pegamento” para los demás ingredientes.
Reparte los higos cortados en rodajas gruesas: su pulpa jugosa se caramelizará ligeramente al hornear.
Añade rodajas de queso de cabra, que se fundirán creando pequeños puntos de sabor intenso.
4. Al horno
Hornea la pizza a 220 ºC durante 10–12 minutos. El aroma que llenará tu cocina será irresistible: la masa dorada, el queso fundido y los higos liberando su dulzor natural.
5. El toque final, el que marca la diferencia
Nada más sacar la pizza del horno, coloca el jamón serrano en lonchas finas (importante hacerlo después porque evitamos que quede demasiado seco y salado). El calor residual hará que se funda ligeramente sin resecarse.
Añade un puñado de rúcula fresca para darle frescor y color y, si quieres elevarla al siguiente nivel, un hilo de miel. Ese contraste entre dulce y salado será pura magia en tu paladar.
Trucos y consejos Mymercat
Más crujiente: si te gusta la masa muy fina y crujiente, estírala al máximo y hornea con calor solo en la base los primeros 5 minutos.
Quesos alternativos: prueba con gorgonzola, brie o incluso parmesano rallado para intensificar sabores.
Toque crunchy: unas nueces troceadas o almendras laminadas tostadas le darán textura y un extra de sabor.
Versión vegetariana: elimina el jamón y potencia con más queso o frutos secos.
El resultado: un bocado que enamora
Crujiente por fuera, suave por dentro, con el dulzor caramelizado de los higos que se mezcla con el sabor intenso del queso de cabra, la frescura de la rúcula y la salinidad elegante del jamón. Cada mordisco es una explosión de sabores que se equilibran a la perfección.
Es una pizza ideal para compartir en una cena especial, acompañada de un buen vino tinto joven o incluso un blanco afrutado que potencie los matices dulces de los higos
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An easy but different recipe. Take advantage of one of the quintessential summer fruits available at Mymercat: figs
There are recipes that surprise from the very first bite, and this is one of them. Fig pizza with ham and goat cheese is not just any pizza: it’s a journey of flavors that combines the softness of homemade dough, the freshness of ripe figs, the intensity of cheese, and the salty touch of Serrano ham.
A blend that takes you straight to the essence of the Mediterranean diet, where sweet and savory come together in perfect harmony.
Ingredients (for two medium pizzas)
For the dough (you can make it yourself or buy a base):
250 g strong flour (the kind used for bread and pizza)
150 ml lukewarm water
5 g salt
5 g sugar
5 g dry yeast (or 12 g fresh yeast)
15 ml extra virgin olive oil
For the topping:
6–8 ripe fresh figs
150 g fresh mozzarella (drained)
100 g goat cheese (log style)
60 g Serrano or Iberian ham, thinly sliced
A handful of fresh arugula
A drizzle of flower honey (optional, but highly recommended)
Step by step
1. The dough, the foundation of it alL
The secret to a great pizza starts with the dough. In a bowl, mix the lukewarm water with the yeast and sugar; let it sit for a few minutes until it starts to bubble.
Add the flour and salt, and begin kneading: at first, the dough will be sticky, but little by little it will start to take shape. Once it becomes more manageable, incorporate the olive oil and continue kneading until the dough is smooth and elastic.
Cover it with a cloth and let it rest in a warm place for an hour and a half, until it doubles in size. This waiting time is what will make the pizza light, with an airy and crispy crust.
2. Prepare the base
Once the dough has risen, divide it into two and roll out each ball with a rolling pin or with your hands, depending on the thickness you prefer.
Place it on a baking tray lined with parchment paper to make it easier to remove once baked and to prevent sticking
3. The topping, pure contrast
Start by placing the fresh mozzarella, which will add creaminess and act as a ‘glue’ for the other ingredients.
Distribute the figs, sliced into thick pieces: their juicy flesh will slightly caramelize while baking.
Add slices of goat cheese, which will melt and create small bursts of intense flavor.
4. Al horno
Hornea la pizza a 220 ºC durante 10–12 minutos. El aroma que llenará tu cocina será irresistible: la masa dorada, el queso fundido y los higos liberando su dulzor natural.
5. El toque final, el que marca la diferencia
Nada más sacar la pizza del horno, coloca el jamón serrano en lonchas finas (importante hacerlo después porque evitamos que quede demasiado seco y salado). El calor residual hará que se funda ligeramente sin resecarse.
Añade un puñado de rúcula fresca para darle frescor y color y, si quieres elevarla al siguiente nivel, un hilo de miel. Ese contraste entre dulce y salado será pura magia en tu paladar.
Mymercat Tips and Tricks
Crispier crust: If you like a very thin and crispy dough, roll it out as much as possible and bake with heat only on the base for the first 5 minutes.
Alternative cheeses: Try gorgonzola, brie, or even grated parmesan to intensify the flavors.
Crunchy touch: Chopped walnuts or toasted sliced almonds will add texture and extra flavor.
Vegetarian version: Omit the ham and boost the recipe with more cheese or nuts
The result: a bite that captivates
Crispy on the outside, soft on the inside, with the caramelized sweetness of the figs blending with the intense flavor of the goat cheese, the freshness of the arugula, and the elegant saltiness of the ham. Each bite is an explosion of flavors perfectly balanced.
It’s an ideal pizza to share at a special dinner, paired with a good young red wine or even a fruity white that enhances the sweet notes of the figs.
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